viernes, 17 de septiembre de 2010

MARÍA FRANCÉS Y LA MALA EDUCACIÓN

Durante las pasadas fiestas del Zaidín, un grupo de trabajadores y trabajadoras del Área de Bienestar Social llevamos a cabo una actividad para difundir el conflicto existente en dicha área y que se prolonga ya por once meses.

La actividad consistió en repartir folletos informativos y en recoger firmas de apoyo. Todo se iba desarrollando con normalidad: ofrecíamos educadamente el folleto y la gran mayoría de las personas lo recibían interesadas.

Entramos también en las casetas de los grupos políticos para informar a quienes se encontraban en su interior. Por supuesto, también entramos en la caseta de Nuevas Generaciones del PP, donde se encontraban numerosos concejales del equipo de gobierno municipal acompañados de, imaginamos, simpatizantes. Nos limitamos a ofrecer educadamente el folleto, sonrisa incluida (no pedimos ninguna firma en esta caseta). Todo normal hasta que apareció María Francés, Concejal de Juventud del Ayuntamiento de Granada, devolviendo a una compañera un folleto que previamente había roto y arrugado y con el que había hecho una pelota de papel.

¿Es esta una actitud adecuada a una concejala del ayuntamiento cuando trabajadores/as de su propia área pretenden informarle de un conflicto que les aqueja hace meses? ¿Es este el respeto que le merecen a esta señorita los empleados y empleadas municipales?

Entendemos que María Francés esté tremendamente agradecida al PP, porque ¿cuándo, fuera de la política, iba a tener esta joven un sueldazo como el que tiene, con la de parados/as que hay y lo preparada que está la juventud (no gracias a ella, por supuesto)?

Creemos que una concejala del ayuntamiento debe mostrar más respeto por los trabajadores municipales, y si no es así, quizá es que no está preparada para el cargo. Da la impresión de que la única cualidad que ha buscado el PP para poner a alguien como ella en su cargo es que sea joven, olvidándose del resto.

Haría muco mejor, la señorita María Francés, si se dedicara a su trabajo y entendiera que los jóvenes de la ciudad no son como los de Nuevas Generaciones, con un futuro fácil y seguro, y, además de tanta gynkana, pusiera en marcha medidas destinadas a favorecer la formación, el empleo o el acceso a la vivienda de los y las jóvenes.

Porque ¿cuántos jóvenes granadinos/as podrían decirnos quién es María Francés?
Hagan la prueba.

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